Imagen

Sal de la lata, Sardina

En nuestras ganas por vivir la dolce vita madrileña, seguimos indagando en lo que de verdad nos gusta. Encontrar restaurantes de las 3 B’s (buenos, bonitos y baratos).

La recomendación que os hacemos hoy cumple totalmente con ese principio de las 3 B’s. No es ni más ni menos que «La Lata de Sardinas», en la Calle Limón número 12, en pleno centro del barrio de Conde Duque.

Conde Duque lleva ya algunos años sorprendiendo como nuevo epicentro de las tendencias más actuales de la capital y hay que decir que la propuesta gastronómica que nos ofrece el chef Álex Del Hoyo, está en consonancia con el nuevo estilo del barrio. 

Imagen 

Queremos destacar el local, ya que con menos espacio no se puede hacer más cosas y tan bien, su decoración abre totalmente la imaginación y creatividad a los comensales. Diseñado además como galería de exposición de nuevos artistas (ver la foto de la portada).

La Lata de Sardinas cuenta con una decoración «vintage» que te trae a la memoria recuerdos de estar comiendo en casa de tu abuela, esperando su plato estrella. Pero finalmente te muestran la carta y te lo quieres comer todo, aunque no sea tu abuela la que cocina (sin que sirva de precedente).

De lo que nosotros pedimos, estaba todo buenísimo, pero destacaríamos el pulpo braseado a la lima con puré de patata morado y tierra de La Vera y las alcachofas en tempura con salsa de hongos y miel. Para acompañar, un vino tinto Pittacum de 2009. Hay que destacar los buenos vinos que se están haciendo en el Bierzo, algo tendrá que ver esa uva Mencía. 

Si cuando veáis la carta os apetece todo, como nos pasó a nosotros, dejaros guiar por los camareros, que en nuestro caso, además de amabilidad, acertó en todo. 

Por último, deciros que si estáis por el barrio ni dudéis en pasar por La Lata de Sardinas, será una experiencia que querréis repetir, como nos paso a nosotros.

Si queréis conocer más sobre la historia del local, podéis ver este artículo (http://bit.ly/1y5utxD). Además, tenemos que apoyar el talento, la creatividad y la valentía de apostar por tu propio proyecto en los tiempos que corren. 

Anuncio publicitario
Imagen

Teatro en estado puro. La violación de Lucrecia

Ayer, recomendados por unos amigos, Anita y yo, nos lanzamos a una nuestras pasiones: el teatro clásico. 

Este vez, aparcamos a nuestro querido Lope de Vega y nos sumergimos en el mundo de Shakespeare, pero no en cualquier escenario ni con una actriz cualquiera. Nos fuimos a ver a «La Espert», bajo la dirección de Miguel del Arco y para rematar, el texto, nada más y nada menos, que «La violación de Lucrecia»

Lejos de perder un ápice de su talento con el paso de los años, Nuria Espert, nos dejó, tanto a Anita como a mi y a todos los allí presentes, estupefactos.

Nos ofreció una clase maestra de interpretación con todos sus cambios de registro, su capacidad de movimiento sobre el escenario, su entonación, su dicción, su expresión corporal, su liderazgo frente a un texto, que yo diría que es de lo más complicado que he visto sobre un escenario. En definitiva, nos regaló a los allí presentes , una hora y cuarto de interpretación que dificilmente podremos olvidar.

Imagen

No quería dejar pasar por alto, que la dirección de la obra me ha parecido genial, el tratamiento de las luces y las sombras en el momento adecuado, sin sobrecargar la escena, con un más que acertado juego de sonido en los momentos en los que lo requerían, sin demasiados artificios pero con la suficiente destreza como para dar mayor cohesión a la puesta en escena de Nuria Espert.

Por cierto, el teatro La Abadía, para los que no hayáis estado, totalmente recomendable. Anita y yo, nos llevamos una agradable sorpresa de las instalaciones, es un marco muy apropiado para representaciones de esta factura.

Simplemente despedirme agradeciendo a nuestros amigos por la recomendación, esperamos que nos hagáis muchas más, siempre estamos abiertos a ellas.

Os dejo nuestro correo: anita.marcello.dolcevita@gmail.com

Por cierto, ayer comenzó el mundial de fútbol, es cierto que no jugaba España, pero el Teatro estaba lleno, por lo que se demuestra que si la calidad del Teatro es buena, a la gente le da igual pagar más o menos de IVA.

Marcello

Imagen

Pizza al cuadrado, ¿experiencia gourmet?

El sábado pasado Marcello y yo después de un día de vagueo absoluto, la dolce vita es agotadora :), decidimos dar un paseo por Madrid cuando ya anochecía. Paseando, acabamos en el Corte Inglés para curiosear el espacio Gourmet, que en un intento de modernidad ha dejado la clientela octogenaria y las tortitas, público fiel donde los haya, a un lado.

La novena planta del mítico edificio de Callao estaba en plena ebullición y acabamos apostando por pizza al cuadrado. Este local ya lo conocíamos, el primero que abrieron situado en la calle Ballesta, lo habíamos visitado en más de una ocasión, disfrutando de un concepto nuevo de servicio y calidad, y un trato por parte de la plantilla muy bueno.

Dispuestos a disfrutar de lo ya conocido desde otra perspectiva, lo primero que nos encontramos es que debías elegir entre dos menús, en mi opinión mucho más caro, aunque igual en calidad, que el concepto de «elijo las piezas de pizza que quiero» (para eso sí se nota que era gourmet). Una vez servido el pedido, debimos retirar las bandejas y platos de los comensales anteriores, ya que ninguno de los 3 camareros se dignó a salir y limpiar las mesas. Finalmente terminamos la pizza con el cubo de la basura lleno de desperdicios, en nuestra nariz, ya que la camarera decidió que era el mejor momento para tirarla. Descuidos? Posiblemente, sin embargo, en nuestra opinión si te sitúas en un espacio gourmet porque tienes un buen producto, aún te debes esforzar más por dar mejor servicio y sobre todo mantener la buena reputación creada.

Una pequeña decepción, sin embargo os animamos a probar estas pizzas en el local de la calle Ballesta y disfrutar de lo original.

Imagen

Arabia, un viejo amigo

Últimamente los jueves se han convertido en uno de nuestros días favoritos de la semana para disfrutar de la oferta de restaurantes, así que el último jueves intenté a sorprender a Marcello y llevarle a un viejo amigo, el Arabia.

Es un restaurante árabe que lleva bastante tiempo en pleno barrio de Justicia y que casi pasa desapercibido si paseas por la calle Piamonte, pero si te animas a entrar disfrutarás de unos platos de calidad y baratos, ya sabéis, nuestra filosofía.
Perderse la pastela sería un pecado, podría afirmar que es el plato estrella, podéis acompañarla de unos pepinos con yogurt, falafel relleno de cilantro y cebolla y por supuesto cualquier tipo de cuscus u otros guisos. Riégalo con cualquier té y disfruta de un ambiente tranquilo y con un buen servicio.